La vejiga urinaria normal
La vejiga es un saco elástico hecho de músculo. Este músculo es diferente a otros músculos, como los de los brazos o las piernas, porque no se puede controlar voluntariamente. Además, hay otro músculo que se llama esfínter, que se encuentra alrededor de la uretra (el conducto por donde sale el pipi), y normalmente está contraído sin darnos cuenta para evitar que se escape la orina. Cuando todo va bien, la vejiga funciona así:
- Mientras la vejiga se llena de orina, el músculo de la vejiga tiene que estar relajado y se va distendiendo poco a poco. El deseo de ir al baño a orinar va aumentando progresivamente.
- Cuando tenemos ganas de orinar, buscamos un lavabo y nos preparamos para hacer pipi. En este momento el músculo de la vejiga aún está relajado!
- En este momento relajamos el músculo del esfínter, abriendo el grifo y dejando que salga la orina.
- Esto produce un reflejo que hace que el músculo de la vejiga, involuntariamente, se contraiga. ¡No apretamos ni hacemos fuerza para orinar! Solo relajamos el esfínter y el pipi sale solo.
- El esfínter se mantiene relajado todo el tiempo que la vejiga se está contrayendo, y la vejiga se contrae hasta que se vacía completamente.
Causas frecuentes de un mal funcionamiento de la vejiga
La causa más frecuente en la infancia es la que se llama vejiga hiperactiva. En este caso, el músculo de la vejiga se contrae involuntariamente mientras se está llenando la vejiga, cuando ésta aún no está llena del todo. Entonces se produce una sensación repentina e inesperada de ganas de orinar, y obliga a contraer forzosamente el esfínter para evitar que se escape el pipi. Aun así, se puede escapar el pipi antes de llegar al baño.
La vejiga hiperactiva es la causa más frecuente de mal funcionamiento de la vejiga en la edad pediátrica.
Es frecuente que los padres piensen que el niño no nota las ganas de orinar, pero la realidad es que es la vejiga la que no avisa al niño que está a punto de contraerse.
Otros niños tienen el hábito de aguantar mucho las ganas de orinar, utilizando maniobras “anti-pipi” (cruzando las piernas, apretando los genitales con las manos, poniéndose de cuclillas con los talones apretando los genitales). Muchos de estos niños pueden terminar presentando una vejiga hiperactiva.
Otra causa bien conocida de hiperactividad vesical es la infección urinaria, que se produce porque las bacterias irritan la vejiga. Sin embargo, la mayoría de niños con vejiga hiperactiva no presentan infecciones urinarias. Las infecciones son más frecuentes en los niños que se aguantan mucho las ganas de orinar o que no vacían del todo la vejiga al orinar.
Lo que mucha gente desconoce es que el estreñimiento puede producir hiperactividad vesical, pues la distensión del intestino comprime la vejiga por detrás y hace que esta empiece a contraerse antes de tiempo.
Otro problema frecuente es que la vejiga no se termine de vaciar completamente al orinar. Esto es más frecuente en aquellos niños que contraen el esfínter mientras orinan (lo que llamamos una micción disfuncional) o de aquellos que se aguantan mucho las ganas de orinar. Si la vejiga no se vacía completamente al orinar, se pueden producir infecciones de orina. Algunos niños pueden tener ambos problemas: una vejiga hiperactiva y un vaciado incompleto de la vejiga. Además, el estreñimiento puede causar o agravar ambos problemas.
¿Qué se puede hacer para mejorar la función de la vejiga?
Los problemas de la vejiga normalmente se pueden tratar de forma relativamente fácil, simplemente cambiando los hábitos y ayudando a los niños a tomar el control sobre su vejiga. Estas son algunas normas básicas que deberían seguirse:
- Orinar de forma regular, cada 3 horas o 6 veces al día: al levantarse de la cama, a media mañana, a la hora de comer, a media tarde, a la hora de cenar, y antes de ir a dormir.
- ¡No orinar con prisa! Hay que dejar tiempo a que la vejiga se vacíe completamente, y no apretar para que el pipi salga más rápido. Si se hace pipi sentado, es importante que ambos pies estés apoyados en el suelo o en un taburete.
- Beber mucho líquido. Es recomendable beber más de un litro de agua al día. Evitar los refrescos con azúcar o con gas.
- Los niños varones pueden orinar de pie, mientras no orinen con prisas ni se dejen gotas por vaciar.
- Estar atentos a signos de estreñimiento, y si existe, tratarlo.
- Explicar al niño cómo funciona la vejiga. Esto aumentará su comprensión del problema y su cooperación.
Espero que os haya gustado la entrada del blog y sobretodo que os haya sido útil para entender cómo funciona la vejiga. Este es el primer paso para empezar a solucionar los problemas que puedan haber en la vejiga.
En las próximas entradas veremos cada uno de los principales problemas de la vejiga con mayor detenimiento, y os explicaré los principales tratamientos que podemos realizar. ¡No os lo perdáis!